martes, 30 de junio de 2015

High time.

Por momentos me veo desaparecer.
Miento; ni siquiera veo.
Se me nubla la vista y no siento nada.
Caigo, pero ¿dónde?


Este último año me he adaptado en extremo a mi condición de soledad. Esto no significa que estuviese sola, sino que simplemente lo era. O soy. 
Me hundía profundamente en mis apuntes, intentando resurgir en al menos una parte de mi vida. Mi letra, cursiva, luchaba por seguir siéndolo, ya que por momentos esa letra redondita, tan insustancial, se apoderaba de mi caligrafía, y con ella, mi expresión escrita. 
Mi obsesión por ese "señor 8" que tenía en mi mente, un número con corbata, bigote y raya al medio con cantidades ingentes de gomina, y el miedo incontrolable por ese chiquillo endeble y desaliñado que era el 7. 
Y era solo una media. Un estúpido número. Un número entero, natural, real. Y lo sigue siendo.
Pero me sigue dando miedo.

Quizás sea solo la caída estrepitosa de mi gaviota de madera. O el cambio del adjetivo, que siempre colocaba antes del sustantivo, con fines estéticos, y ahora va siempre siguiéndole. Como si una característica fuese poca cosa.
Quizás todo va simple y complicadamente deprisa. Quizás soy yo, que soy lenta. Que me he vuelto una misántropa y una anciana en potencia. Que me he vuelto loca.
O que me he perdido.

Y que me buscaba en las poesías de Juan Ramón Jiménez, de Machado, Cernuda e incluso el aclamadísimo Lorca. Ni en Benedetti me encontré. Y en obras de Menandro, Plauto, de Buero-Vallejo y hasta de Castelao. Me busqué en Pimpinela, en cada frase. Y mi profesora de lengua me buscaba, tambien, desconociendo el paradero de aquella de quien le hablaron. 
Me busqué en las reflexiones de Platón, Maquiavelo, Hume, Nietzsche y Schopenhauer. Y casi me pierdo más.
También en Tarantino, en Kubrick, Buñuel, Guy Ritchie... Y nada. Lo mismo con The Smashing Pumpkins, Pulp, Soundgarden, Death Cab for Cutie, Gorillaz y tantos más.

Y todavía nada ni nadie me ha encontrado. Y, como se suele decir, aunque no me guste decirlo: "Si no lo sé yo...".



Gracias, y espero no haber parecido demasiado demente. Ah, y sobra decir que esta es la causa por la que no he escrito tan a menudo. La inspiración fluye poco por aquí arriba. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario